viernes, 25 de febrero de 2011

 

LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN
3 - EL NAGUAL COMO CANAL

a) - Los requisitos para el aprendiz
b) - El digno adversario
c) - La iniciación chamánica
d) - Etapas en el proceso de convertirse en chamán
e) - La explicación de los brujos

"Un aprendiz es alguien que se esfuerza por limpiar y revivir su vínculo con el espíritu. Una vez que ese vínculo revive, no puede continuar siendo un aprendiz; pero hasta ese día, necesita de un propósito indomable, un intento inflexible, del cual carece, por supuesto. Por esa razón, el aprendiz permite que el nagual le proporcione tal propósito y, para hacerlo, tiene que renunciar a su individualidad. Esa es la parte difícil."

"- Te gustan las palabras- dijo recriminándome. Te da miedo el solo pensar en el conocimiento silencioso. Por otro lado, las historias, por más estúpidas que sean, te encantan y te hacen sentir seguro."
Su sonrisa era tan pícara que acabé riéndome.
Me recordó que ya él me había dado un detallado relato de la primera vez que el espíritu tocó su puerta. Y por un momento, no pude imaginar de que me estaba hablando.

"- No solo fue mi benefactor quién tropezó conmigo cuando me estaba muriendo del balazo que me dieron- explicó-. Ese día, el espíritu tocó mi puerta. Mi benefactor comprendió que él estaba allí como conducto del espíritu. Sin la intervención del espíritu, el encuentro con mi benefactor no hubiera significado nada."
Manifestó que el nagual puede oficiar como conducto solamente después de que el espíritu ha manifestado su voluntad ya sea a través de casi imperceptibles manifestaciones o mediante comandos directos. Por lo tanto, no hay posibilidad de que un nagual pueda elegir a sus aprendices siguiendo su propia volición o sus cálculos. No obstante, una vez que le espíritu se revela a través de sus augurios, el nagual no escatima nada para satisfacerlo.

"- Después de practicar por toda una vida -continuó-, los brujos, en especial los naguales, saben si el espíritu los está , o no los está, invitado a entrar al edificio dispuesto delante de ellos. Han aprendido a disciplinar su vínculo con el intento; de ese modo siempre están prevenidos; siempre saben lo que el espíritu les depara."

Don Juan dice que un maestro del conocimiento tolteca nunca anda buscando aprendices y nadie puede solicitar las enseñanzas, ya que son pocos los que están dispuestos a tomar este conocimiento con seriedad; y de los pocos que lo toman con seriedad, menos aún están dispuestos a esforzarse y disciplinarse; y hay muchos menos que logran ahorrar suficiente energía para sacar provecho de sus actos.
Carlos Castaneda
"El conocimiento silencioso"











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Los requisitos para el aprendiz

Don Juan le dice a Castaneda que cuando un hombre ha aprendido a ahorrar energía, el poder le manda un "maestro" para convertirlo en aprendiz, y cuando el aprendiz ha logrado ahorrar más energía, el poder le manda a un "benefactor" para hacerlo tolteca, nagual o "brujo".
Don Juan dice que lo importante es tener decisión y fuerza para el cambio, toneladas de humildad, disciplina para intentar "barrer la isla del tonal". dejar de ser, pensar, sentir y actuar en la vida cotidiana, como siempre lo hemos hecho. Si alguien se atreve a intentar tan sólo lo anterior, y dejar a un lado por el momento el mundo del nagual, el conocimiento del lado izquierdo, la consciencia acrecentada, las emanaciones del Águila, etc., no necesitará de maestros ni benefactores. Cuando logren ahorrar energía y mover Su punto de encaje, seguramente el poder los pondrá, en el camino.
Acceder al conocimiento exigía algunos requisitos mínimos en un comienzo, requisitos que el guía comprobaba directa o indirectamente. En primer lugar, el aspirante a aprendiz tenía que tener "claridad de mente" y un propósito claro; saber qué quería realmente, conocer su corazón, porque el conocimiento debía llegar por "el camino difícil".
Otra de las premisas mínimas, era que debía encontrar en un sitio determinado, un lugar adecuado para él, que debía hacerlo sentir "cómodo y feliz".
En el caso de Castañeda, éste debió buscar "su lugar" en el cuarto de don Juan. Ante tan extraña y aparentemente absurda petición, Castañeda titubeó porque, además, lo hacía sentir ridículo. No obstante, cuando el chamán se alejó, con esmero y durante casi toda la noche, rodó, se tendió y tomó las más extrañas posiciones en el suelo. Casi al amanecer "sintió", como le dijo Don Juan, "cuando sus ojos no miraban de lleno las cosas" y vio vislumbres de colores en un determinado lugar del cuarto, en dirección sureste. Allí se quedó dormido.
En la mañana, Don Juan corroboró su hallazgo, no sin antes mencionarle que todos los hombres tienen muchos lugares favorables y que los no favorables eran tan dañinos, que no sólo podían enfermar sino, además, causar la muerte.
También fue sometido a otra prueba, cuyo resultado fue estimado como un "augurio" favorable por Don Juan, quien decidió entonces tomarlo como aprendiz.

El digno adversario

Uno tiene que ser completamente humilde y no cargar nada que uno tenga que defender, ni siquiera su propia persona; la persona de uno debe protegerse, pero no defenderse.
Yo diría que lo mejor de nosotros siempre sale a flote cuando estamos de espaldas contra la pared, cuando sentimos que la espada se cierne sobre nuestra cabeza. En lo personal, yo prefiero ese estado y no viviría de ningún otro modo.
A estas alturas es cuando el maestro coloca su trampa más artera, al adversario que vale la pena. Esta trampa tiene dos propósitos. Primero, hace que el maestro atrape a su aprendiz; y segundo, hace que el aprendiz tenga un punto de referencia para su uso. La trampa es una maniobra que trae a la arena al adversario que vale la pena. Sin la ayuda de un adversario así, que no es en realidad un enemigo sino un adversario totalmente dedicado, el aprendiz no tiene posibilidad de continuar en la senda del conocimiento. El mejor de los hombres saldría volado a estas alturas si de el dependiera la decisión.
Es debido, entonces, a los actos de un adversario que vale la pena, que el aprendiz puede quedar hecho pedazos o cambiar radicalmente.
El maestro usa al adversario para forzar al aprendiz a hacer la decisión de su vida. El aprendiz debe escoger entre el mundo del guerrero y su mundo ordinario. Pero no hay decisión posible si el aprendiz entiende lo que tiene que decidir; por eso, el maestro debe tener una actitud enteramente paciente y comprensiva y debe guiar al aprendiz, con mano firme, a que elija el mundo y la vida del guerrero.

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La iniciación chamánica

La iniciación chamánica es un proceso complejo y doloroso en donde muchas veces la salud mental y física del individuo está en juego. Es un período en donde la persona interactúa con el mundo de los espíritus con el objetivo de aprender sobre la naturaleza de las enfermedades y las formas de curarlas. En algunas ocasiones la iniciación envuelve también retirarse a un lugar apartado y solitario en donde se tienen visiones producidas por alucinógenos. El futuro chamán experimenta visiones espirituales que le permiten transformar su personalidad y adquirir poderes que facilitarán su trabajo como sanador.
Una temática predominante en la iniciación chamánica es la muerte y el renacimiento. El chamán tiene visiones en donde percibe su cuerpo desmembrado o se percibe como un esqueleto. En estas visiones, el futuro chamán experimenta su muerte para luego resucitar como una persona transformada totalmente.
Otro tema común en la iniciación chamánica es el carácter sexual y erótico de la relación entre el chamán y su espíritu guía. Muchos chamanes se refieren a su espíritu de poder como su esposa/o espiritual y describen experiencias de tipo sexual con los mismos.

Etapas en el proceso de convertirse en chamán

Usualmente los individuos se inician en el chamanismo de tres formas principales: auto-selección, transmisión hereditaria y la confrontación de una crisis que los lleva a considerar el rol de chamán. No importa cual sea el método de selección, el futuro chamán debe participar de un período de adiestramiento riguroso y pasar una serie de pruebas.
El chamán usualmente es una persona con unas características muy especiales dentro de una cultura. Por ejemplo, en algunas culturas el que una persona nazca con una deformidad física es signo de que puede ser chamán. En otras, si una persona logra sobrevivir a la descarga de un rayo tiene entonces potencial chamánico y en algunas comunidades ser mujer es un requisito para poder convertirse en chamán. Varias culturas entienden que para ser chamán hay primero que estar enfermo, física o emocionalmente, y pasar por el proceso de curarse de esa enfermedad.

En la mayor parte de las culturas convertirse en chamán requiere un proceso que se caracteriza por períodos extensos de soledad y aislamiento. El futuro chamán tiene que enfrentarse a diferentes tipos de sacrificios, pruebas y aprendizaje. Se puede identificar tres etapas principales:
a) el llamado de los espíritus,
b) la enfermedad o el abandono de las actividades sociales
c) el surgimiento del chamán.

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La explicación de los brujos

La explicación de los "brujos" es uno de los puntos importantes en el camino del aprendiz. La explicación no es algo que se pueda o deba entender; es, diremos, algo que se tiene que vivir, íntima y profundamente, con todo el cuerpo. Para entrar a esta explicación diremos que para los Toltecas el mundo está constituido de cargas energéticas; cada ser humano es, en consecuencia, una carga energética, un huevo luminoso compuesto de una multiplicidad de fibras luminosas; este "huevo" tiene dos partes: una llamada tonal y otra nagual, y toda la energía de que dispone el hombre la ocupa en sostener al mundo - tanto en objetos como en conceptos- a través de su razón. El tonal mantiene una permanente relación con las cargas energéticas que le rodean; por así decirlo, las transforma en objetos y para ello ocupa la energía con que cuenta; a esto Don Juan también le llama "el primer anillo de poder". El aprendiz debe reagrupar los elementos de la isla del tonal, para lo cual deberá cambiar la visión del mundo que ha tenido desde su nacimiento; para lograr esto es necesario "parar el diálogo interno", es decir, dejar de gastar energía en el sostenimiento del mundo como "objetos y conceptos" que se ajustan a nuestra razón.
Para lograr esto, Don Juan enseña a Castaneda dos técnicas o actividades: borrar la historia personal y "ensoñar". Sin embargo, señala que estas dos técnicas no son sino un apoyo, pues lo que un aprendiz necesita es la sobriedad y la fuerza interna que están implícitas en el camino del guerrero.
Para ayudar a borrar la historia personal se le enseñan al aprendiz otras tres técnicas de apoyo, que son: perder la importancia personal, asumir la responsabilidad y usar a la muerte como consejera. A su vez, para "ensoñar" se cuenta con otras tres técnicas de apoyo que son: romper las rutinas de la vida, la marcha de poder y el "no hacer".
Al aplicar dichas técnicas con impecabilidad en la vida cotidiana, la isla del tonal se reagrupa, el aprendiz aprenderá a ahorrar energía y ésta le dará un extraño poder que Don Juan llama "voluntad" y que se localiza en la parte superior del estómago. La voluntad es la fuerza o el medio por el cual el guerrero puede actuar en el nagual. Don Juan dice que los brujos, al usar la voluntad, amplían su visión del mundo, usan un recurso que siempre ha estado allí, pero que jamás aprendemos a usar.
La explicación de los brujos dice que los hombres vivimos en una burbuja, que fuimos puestos allí desde el mismo momento de nuestro nacimiento, que en aquel entonces estaba abierta, pero que poco a poco se va cerrando. Esa burbuja es la de la percepción y vivimos dentro de ella toda la vida sin encontrar en sus paredes otra cosa que el reflejo de nosotros mismos; ese reflejo es "nuestra visión del mundo". Esa visión, cuando éramos niños, fue una descripción que nos proporcionaron nuestros familiares y los seres humanos que nos rodearon, por lo que toda nuestra atención queda atrapada en ella y esa descripción, a partir de la adolescencia, la transformamos en "nuestra propia visión del mundo". La tarea de un maestro es preparar al aprendiz para que reacomode esa visión, que es la isla del tonal. Cuando el aprendiz ha logrado llegar a este punto, interviene el benefactor -otro brujo- que ayudará al aprendiz desde afuera de la burbuja o isla del tonal. El maestro trabaja con el tonal y el benefactor con el nagual. Esta delicada maniobra de abrir la burbuja de la percepción permite que el ser luminoso tenga una visión de su totalidad. Cuando se abra la burbuja y el hombre perciba su totalidad, jamás volverá a ser él mismo y todo será diferente.
Cuando el guerrero toma conciencia de que es un ser luminoso es cuando se da cuenta que él es una carga energética, pero, además, que tiene una débil "membrana" que le separa de toda la demás energía, membrana que está compuesta por la isla del tonal y su visión del mundo. Pero también sabe que puede abrir esa membrana para, así, integrarse a toda la demás energía con su propia consciencia y después, al regresar, poder decirse que "entendió" la explicación de los brujos.
Por lo que consideramos que un "lector de la Toltequidad" tiene suficiente trabajo para apenas tratar de comenzar con las técnicas que Castaneda relata en el "Viaje a Ixtlán". 




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